miércoles, 28 de octubre de 2009

Un verdadero líder deportivo

24 de octubre de 2009

Existen muchas definiciones, características (según el autor) y enfoques que analizan el tema del liderazgo. Es tal vez, la habilidad más importante que pueda tener y/o desarrollar cualquier figura representativa, llámese padre de familia, profesor, manejador deportivo, dirigente político, etc.

A finales de los años setentas se empezaron a desarrollar teorías no centradas en las características de un líder, sino más bien en su capacidad de relacionarse con los demás. En ellas destacan la importancia de cómo desarrollar esta capacidad para lograr conseguir los objetivos por medio de la motivación, los valores, las necesidades y expectativas tanto a nivel grupal, como del propio líder.

En el ámbito deportivo, un líder deportivo es todo aquel que directa o indirectamente está relacionado a esta actividad; dueños y directivos, manejadores, entrenadores, los mismos deportistas, inclusive los comunicadores y periodistas también.

La mayoría de nosotros identificamos a un líder deportivo cuando posee principalmente las siguientes características: iniciativa, originalidad, habilidades por arriba del nivel promedio; en el aspecto psicológico, madurez emocional, capacidad de entendimiento (empatía), rápida percepción de alguna situación en particular, respeto a los demás, habilidad para resolver problemas, honesto, humilde en la aceptación de errores, inquietud en la adquisición de nuevos conocimientos, énfasis en el reconocimiento del “nosotros”, etc.

Pero un verdadero líder, un líder efectivo sabe que él no tiene el poder, que ese “poder” que posee, en realidad radica en los demás que le confían un voto de manera temporal.

En el béisbol, como en otros deportes de conjunto, donde la definición de equipo significa un grupo de personas que trabajan de manera coordinada en busca de un objetivo en común, la presencia de un verdadero líder que mueva a este grupo en la consecución de este objetivo determina de manera clave el éxito o el fracaso como resultado.

Burns (1978) hace diferencia en dos tipos de liderazgo: el transaccional y el transformador.

El primero lo describe como un líder que ejerce castigo y premio con un fuerte uso del poder formal. En cambio, el líder transformador es inconformista, visionario, atrayente con su gente y es un gran motivador. Su liderazgo no radica en el uso poder, sino en la reciprocidad.

Desde mi punto de vista y dadas las condiciones actuales en nuestro entorno deportivo, se debe basar la búsqueda y desarrollo en el tipo de liderazgo transformador. Líderes que tengan la capacidad de movilizar a un grupo, capaz de mantener alto el nivel de motivación, siempre con la finalidad de tener una cohesión en el grupo, un genuino interés en desarrollar el esfuerzo individual en la búsqueda de un resultado colectivo.

Actualmente podemos observar diferentes tipos de líderes. Aquellos que poseen sin duda grandes aptitudes pero buscando la consecución de objetivos personales a través del propio equipo, o aquellos que si su estado de ánimo ó motivación disminuye, afecta de manera negativa a todo el grupo.

Entonces, vemos que es importante que las personas a cargo de un club deportivo como dueños y directivos tengan el interés de identificar a aquellos líderes que sean capaces de ponerse a trabajar, codo con codo, para sacar el proyecto del plantel adelante, sin permanecer al margen.

Un líder que no se preocupe sólo de sí mismo, sino también por los demás; que no considere al grupo y a otras personas como simplemente un medio para conseguir resultados propios.

Un líder con la capacidad de mantener una comunicación transparente y auténtica con su grupo, y que siempre presente las diferentes posibles situaciones de manera real, sin disfraces.

Un líder que no se intimide ante la presencia de otros líderes que tomen el proyecto y sueño como algo suyo, y que contribuyen con lo mejor de ellos para hacerlo realidad.

Un líder seguro de sí mismo que trate con respeto y reconocimiento a las demás personas de su grupo, a pesar de sus diferencias de opinión.

Si se logra detectar y desarrollar este tipo de liderazgo dentro de un grupo, entonces sí, se puede decir que se tiene un EQUIPO.
Mérida, Yucatán.

El beisbolista mexicano: aptitud y actitud

6 de octubre de 2009


Dada la situación actual del béisbol en nuestro país en aspectos tales como la incertidumbre en la compra-venta de equipos y jugadores, la falta de promoción y publicidad a este deporte por parte de los medios de comunicación y el resultado del equipo mexicano en torneos internacionales, la afición en busca de líderes en este deporte, y la certeza de que un posible cambio del panorama actual en cada uno de estos aspectos no vendrá por parte de dueños y directivos pertenecientes al béisbol mexicano.

Desde mi punto de vista no existe otra opción: la responsabilidad de cambiar, de promover y de elevar el nivel del béisbol en este país debe recaer en los propios jugadores.

Las personas que siguen y conocen del béisbol en México así como el béisbol en Estados Unidos, se percatan de la diferencia que existe, sobre todo, en la imagen que proyectan jugadores del país vecino en comparación con nuestros jugadores nacionales.

Esta diferencia en la imagen no radica tanto en las marcas ó calidad de los uniformes, ó los diferentes implementos deportivos (cabe mencionar que en las ligas profesionales de béisbol en México corren por cuenta del jugador); radica principalmente en el exceso de peso corporal de un buen número de jugadores de béisbol mexicanos.

Son múltiples las complicaciones originadas por el sobrepeso, no sólo a nivel físico como la resistencia, agilidad, fuerza y velocidad; también a nivel cardiovascular, respiratorio, endócrino, neuromuscular, óseo y también psicológico y emocional, por lo que es un factor determinante al querer desarrollar de manera óptima su única herramienta de trabajo: su cuerpo.

Tal vez para algunos sea una responsabilidad compartida entre el jugador y el cuerpo técnico del equipo al que pertenece vigilar el tipo de alimentación, rutinas de ejercicios, desarrollo muscular, etc., pero la realidad es que son pocas las personas que se preocupan por la salud del jugador, mucho menos de su régimen alimenticio, lo cual es incongruente ya que el valor económico de un equipo recae principalmente en la calidad del plantel, que son sus jugadores y, por supuesto, en el rendimiento deportivo de éstos.

Éste factor de alimentación-sobrepeso-rendimiento nos lleva a observar el nivel de profesionalismo del beisbolista mexicano, lo que conlleva al nivel del béisbol en México.

A simple vista no parece tener relación alguna la disciplina, la mentalidad, la ética, con los hábitos alimenticios, pero observar a un deportista con sobrepeso nos hace preguntarnos con qué seriedad toma su profesión. Si no es capaz de cuidar y controlar su cuerpo, difícilmente es capaz de tomar con profesionalismo su carrera.

Sabemos que el béisbol es un deporte de conjunto, en el que el desempeño y característica de sus jugadores repercute en el tipo de juego que caracterice a un equipo.

Vemos entonces que la edad promedio de un equipo ya sea joven o viejo, no tiene mucha relevancia si éste se compone de jugadores jóvenes pero con sobrepeso, limitando así las oportunidades de ofrecer un béisbol de calidad, un béisbol atractivo.

Atractivo a la afición, atractivo a posibles patrocinadores y, sobre todo, atractivo a los medios de comunicación.

Aunado a los hábitos alimenticios, es común observar un gran número de beisbolistas consumir en exceso el tabaco y el alcohol. Además de que ambos hábitos son potencialmente adictivos, sabemos de las consecuencias degenerativas en el organismo de quien los consume.

El beisbolista mexicano tiene aptitud para este deporte, si no, de plano no habría béisbol profesional en nuestro país.

El béisbol es el deporte con un mayor número de representantes mexicanos en el extranjero. Entonces ¿Cuál es el nivel de aptitud de nuestros beisbolistas mexicanos en México?

Me pregunto si ellos mismos tienen la capacidad de mejorar su condición y entrenamiento físico para elevar la calidad de sus destrezas y habilidades como beisbolistas, si tienen la suficiente motivación interna para enfocarse y desarrollar una condición física óptima que sin duda generará una autoconfianza que marque la diferencia en su rendimiento profesional y, de esta manera, mejorar su calidad y vida útil como deportista.

Es importante que el beisbolista mexicano genere siempre una actitud positiva a nivel personal y con sus compañeros, establecer sus metas antes de cada temporada, practicar la visualización, ser disciplinados en su régimen alimenticio y preparación física.

A los beisbolistas: ya seas un niño ó un adolescente con la única idea en tu cabeza y sentimiento en tu corazón de convertir el béisbol en tu estilo de vida pregúntate siempre:

¿Qué tipo de jugador quieres ser?
¿Cómo te imaginas jugando?
¿Qué quieres proyectar?
¿Cómo te preparas para lograrlo?

Javier ''Escopeta'' Martinez: familia, béisbol y otros talentos


25 de junio de 2009


Actualmente, Javier “Escopeta” Martínez hijo, representa lo mejor del pitcheo abridor de los Leones de Yucatán. Y no es una casualidad.

En este deporte, en el que la mentalidad, la inteligencia y, sobre todo, la valentía, son tan importantes como la condición y fortaleza física, Javier ha sabido encontrar un equilibrio que lo guíe en cada una de sus salidas.

Joven, con herencia beisbolera y todo un soporte en su vida profesional y familiar representado por sus padres y su esposa Susana Morineau e hija Victoria (de un año), Javier no tiene nada que lo detenga.

“Javier es un gran hombre, ama su trabajo, pero lo más importante para él, somos nosotras, su familia. Podemos estar en casa todo el día y somos felices, es un hombre muy hogareño”, comenta Susana Morineau, su esposa.

P: Susi, me llaman la atención tus apellidos Morineau Freig. ¿De donde provienen?

R: Mi abuelo paterno era francés y mi familia materna árabe.

P: ¿Te gustaba ir al béisbol cuando conociste a Javier?

R: No, yo no tenia idea de nada relacionado con el béisbol. Estudiaba la carrera de psicología en Phoenix, Arizona. En ese entonces él entrenaba con los Padres de San Diego, en las Ligas Menores, casualmente en la misma ciudad y cerca de donde yo vivía.

Al principio fuimos amigos, pero al poco tiempo nos enamoramos. Tuvimos algunos problemas, sobre todo con mi familia, pues no veían con buenos ojos mi relación con un beisbolista; ése fue el mayor obstáculo que tuvimos Javier y yo. Afortundamente él ha sabido ganarse el cariño y respeto de ellos. Hoy en día lo adoran.

P: ¿Cómo ha impactado en tu vida el estar lejos de tus padres, hermanos y, sobre todo, llevar una vida que tal vez nunca imaginaste?

R: Por supuesto que extraño a mis padres y mis hermanos; tengo una hermana gemela. Pero Javier y mi hija Victoria son mi familia ahora. Uno no imagina lo que es estar en este lugar hasta que lo vives y como esposa me doy cuenta que la “vida de béisbol” no es fácil. Pero el ver a Javier haciendo lo que tanto ama, me llena de satisfacción. Y aunque vivo una vida que no imaginé, casada con un beisbolista, no ejerciendo mi carrera, lejos de casa, tengo perfectamente claro que mi lugar es con mi esposo, siempre.

P: ¿Fuera del béisbol, que otras inquietudes o actividades le gusta a tu esposo?

R: Javier tiene mucha creatividad, le gusta tocar la guitarra, compone canciones. El día de nuestra boda me regaló una canción que él mismo compuso, fue muy emotivo escucharlo cantar. Su creatividad también la demuestra con el dibujo y hasta con la carpintería; en casa varios de los muebles y adornos los hizo él. Afortunadamente tiene mucha iniciativa e ingenio para arreglar los detalles en la casa.

P: Como beisbolista que es ¿cómo se prepara Javier para cada temporada, para cada juego?

R: Físicamente, el gimnasio es muy importante; también se ejercita corriendo, que para los lanzadores es muy importante. Practica yoga, que lo ayuda a relajarse y a visualizar. Y durante temporada, el día que le toca lanzar, es un día dedicado a él, sin preocupaciones, relajado y siempre le preparo pasta para comer.

P: ¿Cómo vives cada juego, cada triunfo de tu esposo?

R: Los vivo junto a él. Javier se encomienda a Dios en cada juego y es muy devoto a la Virgen de Guadalupe. Él sabe que estamos Victoria y yo con él en cada momento de su carrera. Tanto en los triunfos como en las derrotas. En la vida misma como en el béisbol, hay buenos y malos momentos.

Le agradezco a Susana su tiempo y confianza para la realización de esta entrega. Una mujer bella, sencilla y con un gran sentido de la amistad. Gracias Susy.

Datos curiosos

• Javier “Escopeta” Martínez, hijo debutó en el año 2007; diez años antes, en 1997, debutó mi esposo Oswaldo Morejón, precisamente bajo el mando de Javier “Escopeta” Martínez padre, quien fue mánager del equipo Leones de Yucatan en ese año.

• Oswaldo comenta que de niño tuvo la fortuna de tener excelentes entrenadores en la Liga Yucatán, entre ellos estuvo el señor Javier “Escopeta” Martínez, quien le enseñó desde niño las jugadas defensivas, siempre ilustradas en un pizarrón y practicadas después en el campo. “Son las mismas jugadas hoy en día y siempre, desde niño las aprendí”.

Un hombre récord, un hombre de familia




2 de junio de 2009


Hablar de la trayectoria de Luis “Rayo” Arredondo es hablar de consistencia, rendimiento, velocidad, habilidad, pero, sobretodo perfección.

Tal parece que nos referimos a una máquina, a una verdadera máquina de bateo. Oswaldo me comenta de la extraordinaria capacidad de su compañero de equipo para autoanalizarse y “ajustar” (o debería decir, “calibrar”) su excelente mecánica para batear.

“En ocasiones a los jugadores nos toma diferentes tiempos y ejercicios para tomar un ritmo y ajustar los detalles en nuestra manera de batear; puede tomar semanas, días y, en el mejor de los casos, de un turno a otro. Pero en el caso del “Rayo”, él tiene la habilidad de ajustarse de un pitcheo a otro”.

Su velocidad para correr es otra herramienta que ha explotado en su trayectoria. Batazos que en otros serían autes, convertidos en jits y, sobre todo, sus bases robadas.

Trece temporadas ya con la organización de los Leones de Yucatán demostrando que en el sur también se puede batear.

Grandes logros, gran trayectoria sin duda vienen acompañados de un gran apoyo.

En el caso de Luis, él cuenta con este invaluable recurso en su esposa Carmen y en sus hijos Sabrina y Max, su familia.

En esta ocasión, la señora Carmen Dávalos comparte con mucho cariño algunas de sus vivencias, sobre todo su total admiración, respeto y un incondicional amor hacia su esposo Luis.

Vía telefónica desde Guadalajara, Jalisco. Carmen platica de lo difícil que es para toda la familia el estar lejos de él gran parte de la temporada.

“Son sacrificios, Lizeth”, me comenta Carmen.

“Por algún tiempo acompañar a Luis no era problema; la familia siempre ha sido mi prioridad. Pero los hijos crecen, y también tienen sus actividades escolares y deportivas al igual que su papá, por lo que para nosotros es importante que ellos se realicen y cumplan sus objetivos como personas.

P. Carmen, tu esposo ya tiene 19 años como beisbolista profesional ¿Cuál ha sido el factor más importante en la exitosa carrera de Luis?

R. La disciplina. Luis se ejercita diariamente de 2 a 3 horas. Incluye su rutina de gimnasio y entrenamiento al aire libre. Solamente descansa los lunes que no hay juego. Pero esté o no en temporada, él se ejercita todos los días. Aquí en casa le cuido su comida y él es muy cuidadoso con su alimentación cuando está de gira.

P. Aquí en Mérida, tu esposo es un jugador consentido de la afición, también es un hombre clave dentro del equipo, ¿Qué significa él para ustedes?

R. Mi esposo es un ejemplo de disciplina y compromiso no sólo para otras personas que se dedican ó les gusta practicar este deporte. Él es ejemplo en la vida de nuestros hijos. Sabrina practicó nado sincronizado por muchos años, incluso participó a nivel nacional en varias ocasiones y su mejor ejemplo de amor al deporte lo tiene de su papá.

Para Max, él es su héroe. Su mejor amigo, su ejemplo en todo. ¡Imagínate tener a un papá de esa magnitud!

Para mí, él lo es todo junto con mis hijos. Soy madre, esposa y me sorprende esta increíble fortaleza que tengo como mujer.

P. En las pasadas vacaciones de semana santa, vimos a tu marido con Sabrina y Max. ¿Qué significó para Luis el hacerse cargo al 100% de ellos?

R. Si, fue una excelente experiencia para los tres el estar unos días sin mi. Yo tuve que hacerme cargo del negocio aquí en Guadalajara y Luis de cierta manera experimentó lo que es estar solo a cargo de sus hijos. Luis les preparaba el desayuno, se llevaba a Max al estadio, son momentos muy especiales en los que Luis se dio cuenta que no todo es béisbol.

P. Luis está haciendo historia en este deporte, no sólo a nivel club, sino a nivel Liga Mexicana. No hay ninguna duda de que algún día estará en el Salón de la Fama. ¿Qué piensas de todo este gran mérito?

R. ¡Muy orgullosa! ¡Imagínate! Aquí en casa le tenemos un pequeño salón de la fama también. Tiene sus trofeos, sus reconocimientos. Cada uno de ellos tiene un significado más allá de lo deportivo. Son años de sacrificios, de ausencias en cumpleaños, graduaciones, fechas importantes. 19 años de trayectoria deportiva así como de viajes y de proyectos familiares. Significa también gran parte de mi vida.

Le agradezco a Carmen toda su confianza y su amistad. En el béisbol como en otras profesiones las mujeres formamos parte fundamental en la carrera de nuestros esposos y en la vida misma de nuestra familia. Nunca duden de su capacidad.

Hasta la próxima. Mérida, Yucatán.


Una gran mujer, esposa de Willie Romero

28 de abril de 2009

Generalmente cuando tengo la oportunidad de convivir con otras esposas de jugadores, percibo muchas similitudes entre ellas y sus esposos. Aspectos tales como la cortesía y formalidad, así como la sencillez y humildad.

En esta ocasión, la esposa del jugador venezolano Willie Romero, la señora Yokira Hernández, comparte con nosotros su perspectiva como esposa de un beisbolista profesional.

Seguramente la gran mayoría de la afición yucateca coincide en que este jugador ha sido, por mucho, de los mejores refuerzos que han tenido los Leones de Yucatán en los últimos años.

Lo distingue su entrega, su profesionalismo, su calidad humana y, sobre todo, su gran fe en Dios.

P: ¿Cómo se conocieron Willie y tú?
R: Teníamos un amigo de la infancia en común, pero no nos conocimos sino hasta que teníamos 18 años y nos enamoramos.


P: ¿Se casaron muy jóvenes?
R: Teníamos 20 años cuando nos casamos. En esa época él jugaba en las Ligas Menores en Estados Unidos y yo lo acompañaba; estábamos fuera de casa gran parte del año. Cuando regresábamos a Venezuela, yo continuaba con mis estudios.

P: ¿Lograste terminar tu carrera?
R: Sí, soy Ingeniera en Sistemas.

P: Debió ser algo complicado el alternar los viajes con los estudios...
R: Sí, pero era importante apoyarlo en su carrera. Tú sabes que el sueño de ellos, como beisbolistas, es llegar a las Grandes Ligas.

P: ¿Cómo fue que tu esposo vino a jugar a México?
R: En 1997 termina su contrato en Ligas Menores en Estados Unidos. Llegamos a Venezuela y sin trabajo. Estábamos pasando por momentos difíciles porque, además, habíamos estado intentando tener bebé por un tiempo y nada. Un día Willie me dice: “Mira, mi amor, si hay un Dios, vamos a tener a nuestro bebé y voy a tener trabajo”.

Esa misma tarde fuimos a recoger mis resultados de la prueba de embarazo; yo no quise ir por que tenía miedo de leer negativo otra vez. En eso veo a Willie que viene caminando con una sonrisa de oreja a oreja y me abraza muy fuerte. En ese momento suena el teléfono y era su agente, diciéndole que va para México. Ya tenía trabajo.

Llega a México con el equipo de los Tigres, de ahí lo cambian a Saltillo donde fue campeón bateador y, para nuestra sorpresa, lo cambian a Yucatán.

P: ¿Platicas con tu esposo de béisbol?
R: Si, tal vez no del juego en sí. A mi me gusta observarlo mientras juega y a veces me doy cuenta si está haciendo algo diferente en su forma de batear. Se lo comento y me escucha. Si tiene un día malo en el juego, no suele llevar el problema a casa. Afortunadamente ha sido un hombre con éxito en su carrera.

P: Es poco el tiempo que ellos están en casa ¿Qué actividades realizan cuando tu marido está con ustedes?
R: Mira, cuando Willie está en casa, a él le gusta cocinar, juega con los niños, los lleva temprano a la escuela y comparte con ellos sus actividades extracurriculares. A Karely (9 años) le gusta tocar el piano y a Josué (6años) le encanta el béisbol. A Willie le gusta tocar el Bongó (percusión), escuchar música y también escribe. Le gusta escribir sus ideas y pensamientos; mira que lo hace bien. Disfrutamos mucho el tiempo en familia y en Dios.

P: Sabemos que las carreras deportivas de nuestros esposos tienen una vida útil de ciertos años.
R: Sí, lo sabemos. Tenemos varias opciones, varios proyectos. Yo en Venezuela tengo mi negocio, mi trabajo; yo aprendí a ser económicamente independiente.

Concluyo esta entrega con la siguiente frase de mi amiga Yokira:

“Una como esposa es su fortaleza, su mitad, su compañera, somos su ayuda idónea”

Hasta la próxima. Mérida, Yucatán.

Mi doblepléi: Fuera de temporada… ¡mi temporada!

25 de febrero de 2009

Aunque de manera no oficial, jugadores de los Leones de Yucatán que radican en Mérida comenzaron a practicar en el estadio Kukulkán.

Está comprobado que si los jugadores tienen una buena pretemporada, entonces el equipo tendrá una temporada con menos probabilidad de lesiones causadas por falta de condición física.

Desde nuestra llegada a Mérida el mes pasado y después de un largo recorrido de 4,500 kilómetros en carretera desde Mexicali (Calexico, EE.UU.), que fue toda una aventura en familia, que duró ocho días y fue una travesía por cuatro estados de la frontera sur de los Estados Unidos y cinco de nuestro país, Oswaldo no esperó mucho para comenzar a prepararse.

Comenzó a asistir al gimnasio y sacó en casa los bates para hacer “swings”.

Pero nada más.

Una de las ventajas que tiene esta época en que no hay béisbol, es que disfrutamos el tiempo en casa y en familia.

Por ahora que no hay viajes, ni juegos y el horario que prevalece es el escolar, todos nos levantamos temprano. Oswaldo aprovecha este tiempo para ser el “chofer” de la casa y así lleva y trae las niñas a la escuela. Disfruta las actividades deportivas de las gemelas viendo sus entrenamientos y asistiendo a los juegos de básquet.

Nos reunimos con familiares y amigos, salimos a pasear el fin de semana y no el lunes (usualmente día de descanso durante temporada), avanzamos en los proyectos pendientes, algo de mantenimiento a la casa… en fin. Actividades cotidianas y simples para la mayoría de las familias, que yo disfruto mucho, aunque sea por muy pocos días al año.

Otra ventaja (mi favorita) es que Oswaldo valora mi función de mamá al frente de la casa y como esposa. Hay ocasiones que son las ocho de la noche y el capitán y segunda base de los Leones está “aut”, no puede más, le duelen los brazos y las piernas de tanto cargar y jugar con la Sofi (la más pequeña de las tres hijas niñas) que no suelta al papá.

Sufre de “agotamiento físico y mental” de hacer la tarea con las gemelas, y se da cuenta de todo lo que conlleva estar el 100% del tiempo en casa, con las niñas. A tal grado que me dice: "Vieja, ¿cómo puedes con todo? Te juro que me cansan más estas chamacas, que jugar beisbol todos los días".

Y así es: de manera “no oficial” se terminó mi temporada sin el béisbol. Mérida, Yucatán.

Pilares de un beisbolista

¿Qué buscan los directivos en un manejador?

30 de noviembre de 2008

Ya estamos en la segunda vuelta en el calendario del béisbol invernal en el Pacífico. Este año el frío tardó en llegar en comparación con el año pasado. Y lo que falta, pues en diciembre y enero la temperatura desciende aún más, y este año tenemos la firme convicción de que regresaremos a Mérida hasta febrero próximo.

La serie pasada en que el equipo de Mexicali estuvo en casa, esperaba con mucho anhelo la visita de los Tomateros de Culiacán, pues con ellos vendría un muy querido amigo de mi marido (y mío también): Juan José Pacho.

Juan José y Oswaldo son de generaciones muy diferentes. Ambos yucatecos y jugadores de cuadro, que llegaron a alternar juntos con los Leones. Oswaldo siempre me comenta que la soltura, el jugar sin nervios y divertirse en el terreno de juego es algo que aprendió de Juan José Pacho.

Asistí al estadio con mis hijas a la serie, que se agenciaron las Águilas dos triunfos a uno. Y no dejaba de preguntarme: ¿qué es realmente lo que buscan los directivos en un manejador?

¿Qué siempre gane? Es una utopía.

Definitivamente influyen factores como su trayectoria, sus conocimientos en este deporte, la relación cordial y de respeto con los jugadores, sus habilidades a la hora de tomar decisiones importantes en el juego, liderazgo... ¿Qué más?

Me sorprende la facilidad con la que los directivos contratan y despiden a los manejadores en una temporada tan corta, sin dar importancia a los logros y, sobre todo, a los campeonatos obtenidos.

Tal vez la comunicación directivos-manejador y cuerpo técnico-jugadores no sea tan efectiva. Mientras los primeros se encargan de las contrataciones y movimientos (la mayoría de las veces sin la opinión del manejador), arman, según ellos (en teoría), a un equipo contendiente.

Contratan al manejador creyendo que sólo es cuestión de mover las piezas en el momento indicado.

El manejador observa las fortalezas y debilidades de sus elementos y hace lo mejor posible en cada partido.

Los jugadores, por su parte, se preocupan por sus porcentajes de bateo, sus juegos ganados y su efectividad.

Equipos así dan la impresión que no tienen definida su identidad, su personalidad, el tipo de juego que los caracterice, sus metas y objetivos, mucho menos la proyección de su plantel. Portar el uniforme no lo es todo.

La importancia de la comunicación efectiva en todos los niveles en un equipo es fundamental para lograr un campeonato.

Cuando los Leones fueron campeones en el 2006, la comunicación fue clave, no sólo entre los jugadores y su manejador y cuerpo técnico; existía un compromiso integral, desde el dueño —don Gustavo Ricalde Durán (q.e.p.d)—, hasta nosotras como esposas, pasando por el batboy.

Sin duda influyen otros factores muy importantes como la motivación, la confianza, el respeto y el compañerismo. Y el manejador es el elemento clave para integrar en un equipo todos estos factores.

El más importante, quizá, es que tenga la capacidad de hacer que sus peloteros crean y confíen en él. Mexicali, B.C

El sueño y sus sueños



Publicada con fecha: 23 noviembre de 2008

Tal vez para muchos el sueño no es más que una pérdida de tiempo y que si bien podríamos aprovecharlo mejor y ser más productivos con menos horas de sueño, la realidad es que las personas pasamos una tercera parte de nuestra vida dormidos.

¿Cuántas horas debemos dormir?

Diversos estudios coinciden en la importancia de dormir las ocho horas (sueño normal) como requisito para aprender nuevas habilidades mientras soñamos.

Para personas como usted y como yo (que no somos deportistas profesionales) las ocho horas son fantásticas. Pero para un deportista, con desgaste físico y mental que implican actividades como el béisbol, el sueño es muy significativo.

Para ellos, el factor horas-sueño es imprescindible para recuperarse y así tener un rendimiento óptimo, tanto en este deporte como en otros de alto rendimiento.

Con un beisbolista en casa, niñas en edad escolar y una beba de año y medio, los horarios en casa son totalmente distintos y pocas veces coinciden, sobre todo el de las gemelas con Oswaldo.

Durante la temporada de béisbol, el jugador inicia su actividad deportiva alrededor de las cuatro de la tarde y la finaliza “normalmente” a las once de la noche. Después de la plática, cena, emoción y adrenalina que deja un partido, la hora de dormir se alarga a horas de la madrugada.

Del juego a la almohada

En una ocasión, platicando con otras esposas de jugadores, salió el tema de las “manías” de los maridos mientras duermen (me dio gusto saber que no era la única).

Los jugadores de diferentes posiciones y edades, no sólo juegan béisbol, también lo sueñan.

Mientras duermen, unos hablan y platican de sus turnos haciendo movimientos con los brazos; otros mueven los dedos de la mano “pasando la seña”; hay quienes mueven las piernas como si estuvieran corriendo, pero la que más recuerdo es la de un jugador que se desempeña como jardinero. Mientras duerme — cuenta su esposa—, suele levantar el brazo en el que lleva el guante, gritando: ¡Es mía, es mía! Sueña que atrapa un elevado.

La actividad que ellos desempeñan es cotidiana y muy repetitiva, por lo que seguramente en sus diferentes etapas del sueño, tienen prácticas de bateo mental, lanzamientos para mejorar el control y jugadas espectaculares que sólo imaginándolas se “practican”.

Todas son habilidades a desarrollar para un beisbolista, pues durante el sueño se activan diferentes áreas motrices del cerebro y es a final de cuentas ensayos mentales que fortalecen sus habilidades, al igual que lo hace el ejercicio físico.

Sólo por esta razón, le doy “chance” a Oswaldo de que se levante de la cama después del mediodía. Es una broma, por supuesto.



Recomendación

Antes de viajar a Mexicali, mi papá me compró la colección “Ejercita y Activa tu Cerebro”, de David Gamon, Ph. D. y Allen D. Bragdon, para que pueda ayudar a mis hijas en todo este proceso de crecimiento y aprendizaje, pues son gemelas, una zurda y la otra diestra y además hiperactivas. Me ha sido de mucha ayuda. Se los recomiendo, pues también es aplicable en otras áreas, como el deporte.

La inteligencia emocional en el béisbol

Publicada con fecha: 16 de noviembre de 2008

La inteligencia emocional es un concepto psicológico desarrollado en los 90´s por Daniel Goleman y se aplicó de inmediato en el ámbito empresarial con mucho éxito, así como a nivel interpersonal y familiar.

Básicamente es el desarrollo de nuestras habilidades para controlar nuestros impulsos emocionales, sentimientos, manejar amablemente nuestras relaciones y tener la capacidad de canalizarlos para conseguir nuestras metas más fácilmente.

Este concepto es perfectamente aplicable en el ámbito deportivo y, por supuesto, en este bello y complejo deporte que es el béisbol.

El manejo de las emociones está presente en todos los niveles que integran este deporte, desde directivos, manejador, cuerpo técnico y, sobre todo, en los jugadores.

No hay un día que no lea, escuche y observe aspectos como:

“Tiene todas las facultades, pero es muy apático para jugar”. O lo contrario: “Ahí se mantiene, en la banca, pero es un jugador que apoya, motiva y mantiene la armonía en el equipo”.

En ocasiones, no entendemos cómo personas con trayectorias impresionantes, como jugadores y manejadores, simplemente no hacen “clic” con sus jugadores. Vemos que hay quipos con nóminas elevadas, que simplemente no ganan.

En mis nueve años de casada con un beisbolista profesional, he visto en el rostro de mi esposo la motivación, la confianza, la determinación, la alegría, la tristeza así como la impotencia. Y aunque todas estas emociones son parte de la vida de un deportista, las podemos ver reflejadas en el terreno de juego, como individuos y a nivel equipo.

Como espectadores durante un juego nos damos cuenta del estado de ánimo del jugador; si viene con un plan definido en su turno al bate o sin un plan de bateo, agresivo o paciente; nos damos cuenta cuándo un pítcher sube a la loma decidido o temeroso; nos percatamos de la complicidad entre los jugadores y su mánager, cuando se entienden sólo con la mirada. O lo contrario: cuando la comunicación es nula y no hay contacto de ningún tipo.

Todos estos impulsos y sentimientos son información pura hacia sus oponentes, hacia el público y hacia ellos mismos.

La pregunta es: ¿Se valoran y se toman en cuenta todos estos aspectos aquí mencionados a la hora de armar y dirigir un equipo?

La carta de presentación de un jugador son sus números y estadísticas, pero sabemos que eso no define la calidad del jugador; el pelotero tiene otros elementos no numéricos que le dan un valor agregado a su trabajo y desempeño.

Ó en su defecto, elementos negativos que perjudican su trabajo.

Está claro que las facultades y condición física del jugador es lo que más se trabaja durante su carrera deportiva, pero es necesario desarrollar habilidades con las que se aprenda a reconocer, entender y expresar emociones y sentimientos; tener la capacidad de entender a los demás (empatía), la capacidad de dirigir y controlar las emociones, solucionar problemas interpersonales y generar sentimientos positivos y motivadores.

De esta manera los objetivos se conseguirán más fácilmente.

No tengo estudios en psicología (estudié administración de recursos naturales), pero me gusta leer y apoyar a mi viejo en su carrera con temas como éste, y aunque me cuesta trabajo, trato de implementar en mi vida este tipo de herramientas, para beneficio de mi familia y para mi vida, pues tengo a las mejores maestras: mis hijas.

Por qué se considera la LMP "la mejor de México"

Publicada con fecha: 9 noviembre de 2008

Si en algo coinciden cronistas, periodistas deportivos de radio y televisión que cubren los juegos de béisbol, así como temas deportivos y no tan deportivos de esta Liga Mexicana del Pacífico, en cuando comparan este circuito con la Liga Mexicana de Verano.

Durante las transmisiones del juego hacen referencia a los números y estadísticas más recientes del bateador en turno o del pítcher que esté en la loma. Las estadísticas que cosecharon en la Mexicana de Verano las mencionan con menos importancia. Para ellos, las más importantes son las del circuito invernal.

A simple vista

Si es por la cantidad de equipos que participan en el Pacífico (ocho por 16 en verano), por la cantidad de extranjeros (seis por cuatro en la LMB) y la duración de la temporada (66 en invierno por 107 en verano), uno puede concluir que la Liga Mexicana del Pacifico es mejor o mas fuerte que la Liga de verano.

A nivel directivo

En una plática con el Gerente General del club Águilas de Mexicali, el licenciado Alejandro Lizárraga (por cierto, ex jugador de los Leones) y planteándole este tema, consideró que ambas ligas profesionales mexicanas de béisbol son igual de importantes deportivamente hablando.

Las ventajas que él observa en la LMB es la oportunidad de desarrollar jugadores, hasta llevarlos a la maduración, considerando que son sus activos más importantes, además que pueden seleccionar a jugadores que destaquen en el invierno.

En el Pacífico, el béisbol es un espectáculo con los mejores jugadores de verano, así como de las ligas del extranjero.

El licenciado Lizárraga concluye que ambas ligas son muy interesantes y de calidad.

A nivel terreno de juego

Ya en la práctica, en la caja de bateo, durante los partidos, ¿cuál es la diferencia?

¿Cuál es la mejor liga?, le pregunto a Oswaldo.

“No me gusta ese término”, me dice. “Competitiva es la palabra”.

“Como bateador, me toca enfrentar en el Pacífico a lanzadores extranjeros, la mayoría de Grandes Ligas ó cerca de llegar; a mexicanos que están en Estados Unidos o en sucursales de Grandes Ligas. Algunos pitchers abridores en verano aquí son relevos”.

¿Y cómo le haces si no conoces al pítcher”, le pregunto.

“Pues los observo; en el calentamiento veo sus lanzamientos, durante el juego veo cómo pitchean y trato de ajustarme”.

Las aficiones

El equipo de Mexicali perdió la serie contra Hermosillo en casa y el apoyo de la afición se reflejó en los siguientes partidos, en los que la asistencia no fue tan nutrida como a principio de temporada. En la serie contra Mazatlán ganaron los tres juegos admitiendo solamente dos carreras en los tres encuentros. La afición cachanilla es muy exigente.

Si algo es de admirar de los yucatecos es el apoyo incondicional a su equipo en las buenas y en las malas. Espero que algún día no muy lejano, tanta entrega, cariño y apoyo se vea recompensado para los aficionados con un estadio remodelado, digno de una ciudad como Mérida.

Para mí, ambas ligas representan trabajo para muchas familias. Y exige a los beisbolistas prepararse mejor, concentrarse en su trabajo, cuidar su cuerpo, su salud y pensar que esto no es para siempre.