martes, 8 de diciembre de 2009

Ciencia e intuición


Si hay algo que yo disfruto mucho en casa es regar mis plantas, independientemente que me encanta sentir el agua en mis pies, me ayuda a relajarme, repaso los acontecimientos del día, la semana y sobre todo me ayuda a visualizar mis proyectos.

Hace unos meses, días antes de irse al mundial de béisbol en Europa, Oswaldo y yo disfrutábamos del fresco de la noche, mientras yo regaba mis plantas, él no soltaba sus bates y se la pasaba haciendo “swings” mientras platicábamos.

Me imagino que era tanta la emoción de su participación en ese torneo que no dejaba de practicar su técnica y movimientos. Recuerdo que en esa ocasión me comentó: " vieja, cuando hablemos, siempre recuérdame este momento, que mantenga mis manos por dentro, que mantenga mi cuerpo cerrado, y que yo trate siempre de batear por en medio…quiero seguir así, como en el play off. Como ves... ¿no se te olvida?"

Para ser sincera, no entendí como algo supuestamente tan simple para él, no podía ser recordado por él mismo… aún así no lo olvidé.

Hay momentos en la trayectoria de un beisbolista como cualquier otro deportista, en donde las cosas simplemente no se dan y atraviesan por un “slump” (se dejan caer… y pueden pasar 20, 30 turnos sin conectar un hit).

En momentos así, generalmente se presionan y empiezan a practicar bateo extra, se desesperan y cambian su técnica, cambian el tipo de bate y es curioso… pero la mayoría de las ocasiones simplemente es cuestión mental, es la falta de concentración.

Parece mentira pero llegar descansado, relajado, con una mente clara y con una actitud positiva al estadio es muy importante. Pues determina su concentración en la caja de bateo, se logra tener un plan bien definido derivado de la observación y análisis al pitcher.

Cuando es inicio de temporada veo como Oswaldo se preocupa por tener los bates que necesita, me llama la atención como observa la madera, si se siente cómodo con el agarre, siente el balance en el peso y no deja de hacer “swings”.

Él procura tener bates de diferente tamaño 3,3 1/2 y 4, (no sé exactamente lo que significa), pero lo que yo entiendo y tiene lógica, es que dependiendo de la velocidad de cada pitcher es el tipo de bate que se utiliza; pues el tamaño y peso del bate determina en gran parte la velocidad del swing.

Me imagino que si viene un pitcher con lanzamientos arriba de las 90 millas, él no querrá usar un bate largo y pesado que haga lentos sus movimientos y mecánica al batear.

En definitiva podemos decir que para un bateador, ésta herramienta ó implemento que es el bate, se convierte en parte de su identidad, pues el bate se transforma en una extensión de su cuerpo, se funde con sus brazos, en donde la vista, su mente y todo el cuerpo deben estar en perfecta armonía por sólo fracciones de segundo para poder lograr un contacto efectivo con la pelota.

Estarán de acuerdo conmigo que el béisbol es un deporte de inteligencia, de ciencia, en donde la práctica y el aprendizaje nunca terminan, un deporte donde se combina la estrategia y la intuición.

Un modo de vida, que si el beisbolista se entrega en cuerpo y alma a su juego, éste se convierte en su sentido común.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas tardes Señora López, anoche tuvimos mi familia y yo la oportunidad de escucharla en Radio beisbol, y quiero felicitarla por el espacio que usted tiene, tiene usted un gran talento para transmitir sus emociones, ojalá y nos siga regalando entregas como la de anoche.

Familia Chi Valladares

Anónimo dijo...

Felicidades señora de Morejón, es un placer escucharla todos los lunes; me gustaria que usted esté también en cabina comentando con los muchachos. Enhorabuena y salúdeme al mejor segunda base de la liga.

Lic. Roberto Gutiérrez