lunes, 17 de mayo de 2010

El perfecto swing


Cuando te dedicas a trabajar y te esfuerzas para lograr tus objetivos, que puedan dar un cambio positivo a tu vida, seguramente hay momentos donde tienes que tomar decisiones y control de tus emociones, sobre todo en tiempos difíciles. Pues la vida está llena de distractores emocionales, especialmente cuando interviene alguna persona negativa.

Es muy desafortunado cuando vemos gente muy talentosa, con increíbles habilidades haciendo lo mejor posible para cambiar su rumbo, su vida… y no entendemos el por qué con tanta capacidad y tanto talento, se les dificulta salir adelante. Si algo los detiene son sus emociones y las percepciones erróneas de ellos mismos. Permiten que sus emociones se apodere de ellos, llámese temor, pena, frustración al grado de no poder concentrarse en sus objetivos, y pierden la rienda de su carrera, y en ocasiones de su vida.

Y es que ser presa de este tipo de trampas suele ocurrir muy fácilmente. Sobre todo si eres de una persona aprehensiva y el controlar tus emociones en un momento decisivo puede sacarte de tus casillas, sobre todo si tu trabajo depende de tu emotividad, de tu estado mental y sobre todo de tu nivel de confianza.

Entonces, cuando te encuentres en estos momentos importantes, tratando de cambiar el rumbo a tu favor y te topas con este tipo de personas con mucha negatividad, es muy importante no permitir que te afecte en tu estado emocional, al grado de querer afectar el logro de tus objetivos, de tus proyectos, de tu carrera.

Y si es inevitable el estar rodeado de personas que te deseen el mal y que falles, debes concentrarte en llevar tu mente a un estado muy positivo y motivante. Recuerda que este tipo de personas suelen ser arrogantes y muy soberbias, no siempre son felices y parece que no tienen mucho que hacer, sólo buscan hacerte sentir miserable, como lo son ellos.

Permitir que este tipo de emociones llegue a tu mente solamente conseguirás ponerte de mal humor, frustrado, te hará sentir cansado y no te permitirá enfocarte al 100% en tu plan de trabajo. Nunca podrás cambiar tu rumbo, ni tu vida, no lo permitas.

Así que la pregunta es: ¿Cómo no sentir estas emociones cuando alguien deliberadamente te provoca? La respuesta es: considera la fuente. ¿Quién realmente es este sujeto? Cuando alguien te trata mal, te falta el respeto, y desea intimidarte, no hay una sola razón para ti, que justifiques lo que sucede. Ninguna

En el momento que trates de justificar y razonar lo que te dijo o hizo, entonces permitirás que entren directamente los pensamientos negativos, de frustración y de enojo a tu cabeza. Y pasarás horas pensando, justificando, maldiciendo y razonando el por qué esta persona te dijo ó hizo tal cosa. Pasarás horas pensando en todas las razones del porque esta persona es tan ruin, el por qué siempre es injusto con las demás personas, contigo, con tus amigos y el por qué siempre tiene algo en contra tuya.

¿No preferirías mejor dedicar ese tiempo en trabajar en tus metas, en tu proyecto, en visualizarte haciendo las cosas como las sabes hacer e imaginarte cómo quieres realizarte, cómo quieres verte?

¿A quién le importa? Esta persona es ruin, tú lo sabes, es un hecho, así que ¡sigue adelante! No te detengas. No permitas que personas así te afecten ni a ti, ni a tu trabajo.

Entonces, cuando alguien te ataque, te quiera intimidar, y con sus palabras y acciones te quiera sacar de concentración y de tus casillas. Es importante que te calmes, respira profundo y no pierdas el control. Pregúntate cuál es la mejor forma de resolver esta situación. Y mejor enfoca toda tu energía y atención en lo que quieres lograr.

Porque es perfectamente claro que no te puedas enfocar al 100% en lograr tus planes si estás ofuscado y molesto.

Después de que te calmes, te relajes, repasa mentalmente tus objetivos, tus metas, el por qué estás en ese momento y en ese lugar y cuál es tu labor, tu encomienda. Luego cierra tus ojos y visualízate cumpliéndolos. Piensa en tu gente, en tu grupo de trabajo, y en lo que todos juntos pueden lograr.

Eres lo que eres porque así lo decides TÚ. Nadie más. Piensa en lo feliz que eres cuando trabajas en lo que sabes hacer, y de cómo lo disfrutas ya que para ti no es un trabajo. Es tu modo de vida.

Recuerda, la próxima vez que estés en una situación con este tipo de personas negativas, tú siempre mantén tu enfoque, en tu camino al éxito.






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