miércoles, 28 de octubre de 2009

Javier ''Escopeta'' Martinez: familia, béisbol y otros talentos


25 de junio de 2009


Actualmente, Javier “Escopeta” Martínez hijo, representa lo mejor del pitcheo abridor de los Leones de Yucatán. Y no es una casualidad.

En este deporte, en el que la mentalidad, la inteligencia y, sobre todo, la valentía, son tan importantes como la condición y fortaleza física, Javier ha sabido encontrar un equilibrio que lo guíe en cada una de sus salidas.

Joven, con herencia beisbolera y todo un soporte en su vida profesional y familiar representado por sus padres y su esposa Susana Morineau e hija Victoria (de un año), Javier no tiene nada que lo detenga.

“Javier es un gran hombre, ama su trabajo, pero lo más importante para él, somos nosotras, su familia. Podemos estar en casa todo el día y somos felices, es un hombre muy hogareño”, comenta Susana Morineau, su esposa.

P: Susi, me llaman la atención tus apellidos Morineau Freig. ¿De donde provienen?

R: Mi abuelo paterno era francés y mi familia materna árabe.

P: ¿Te gustaba ir al béisbol cuando conociste a Javier?

R: No, yo no tenia idea de nada relacionado con el béisbol. Estudiaba la carrera de psicología en Phoenix, Arizona. En ese entonces él entrenaba con los Padres de San Diego, en las Ligas Menores, casualmente en la misma ciudad y cerca de donde yo vivía.

Al principio fuimos amigos, pero al poco tiempo nos enamoramos. Tuvimos algunos problemas, sobre todo con mi familia, pues no veían con buenos ojos mi relación con un beisbolista; ése fue el mayor obstáculo que tuvimos Javier y yo. Afortundamente él ha sabido ganarse el cariño y respeto de ellos. Hoy en día lo adoran.

P: ¿Cómo ha impactado en tu vida el estar lejos de tus padres, hermanos y, sobre todo, llevar una vida que tal vez nunca imaginaste?

R: Por supuesto que extraño a mis padres y mis hermanos; tengo una hermana gemela. Pero Javier y mi hija Victoria son mi familia ahora. Uno no imagina lo que es estar en este lugar hasta que lo vives y como esposa me doy cuenta que la “vida de béisbol” no es fácil. Pero el ver a Javier haciendo lo que tanto ama, me llena de satisfacción. Y aunque vivo una vida que no imaginé, casada con un beisbolista, no ejerciendo mi carrera, lejos de casa, tengo perfectamente claro que mi lugar es con mi esposo, siempre.

P: ¿Fuera del béisbol, que otras inquietudes o actividades le gusta a tu esposo?

R: Javier tiene mucha creatividad, le gusta tocar la guitarra, compone canciones. El día de nuestra boda me regaló una canción que él mismo compuso, fue muy emotivo escucharlo cantar. Su creatividad también la demuestra con el dibujo y hasta con la carpintería; en casa varios de los muebles y adornos los hizo él. Afortunadamente tiene mucha iniciativa e ingenio para arreglar los detalles en la casa.

P: Como beisbolista que es ¿cómo se prepara Javier para cada temporada, para cada juego?

R: Físicamente, el gimnasio es muy importante; también se ejercita corriendo, que para los lanzadores es muy importante. Practica yoga, que lo ayuda a relajarse y a visualizar. Y durante temporada, el día que le toca lanzar, es un día dedicado a él, sin preocupaciones, relajado y siempre le preparo pasta para comer.

P: ¿Cómo vives cada juego, cada triunfo de tu esposo?

R: Los vivo junto a él. Javier se encomienda a Dios en cada juego y es muy devoto a la Virgen de Guadalupe. Él sabe que estamos Victoria y yo con él en cada momento de su carrera. Tanto en los triunfos como en las derrotas. En la vida misma como en el béisbol, hay buenos y malos momentos.

Le agradezco a Susana su tiempo y confianza para la realización de esta entrega. Una mujer bella, sencilla y con un gran sentido de la amistad. Gracias Susy.

Datos curiosos

• Javier “Escopeta” Martínez, hijo debutó en el año 2007; diez años antes, en 1997, debutó mi esposo Oswaldo Morejón, precisamente bajo el mando de Javier “Escopeta” Martínez padre, quien fue mánager del equipo Leones de Yucatan en ese año.

• Oswaldo comenta que de niño tuvo la fortuna de tener excelentes entrenadores en la Liga Yucatán, entre ellos estuvo el señor Javier “Escopeta” Martínez, quien le enseñó desde niño las jugadas defensivas, siempre ilustradas en un pizarrón y practicadas después en el campo. “Son las mismas jugadas hoy en día y siempre, desde niño las aprendí”.

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